
Uno ya empieza a estar cansado de la traca que se está haciendo de un personaje como Roberto Chiquilicuatre pensado, en principio para reirse de un concurso en caída libre (el de Eurovisión). He escuchado la canción y, francamente, pienso que no hay para tanto. La única virtud de este pseudorap estriba en lo pegadiza de su música. Por lo demás pienso que, para un certamen serio como el de Eurovisión no es. Sería buena como canción del verano pero para Eurovisión no. Si las cosas fuesen normales, esto es con un poco de lógica y se premiase a la mejor canción (con mejor letra, música, etc.), está claro que un actor (no un cantante, no lo olvidemos) como Chiquilicuatre no pasaría de hacer el ridículo. ¿Qué es lo que ha pasado para que se eligiese a tremendo esperpento a representar a nuestro país en el citado certamen?. Pues, sencillamente, que ha contado más la opinión de jóvenes que, sin tener idea alguna de música han votado borreguilmente en masa a Rodolfo, ortagándole, desgraciadamente, la posibilidad de representar a España en el citado certamen, que la de los realmente entendidos en esta materia. Esto, además, les viene de puta madre, en términos de audiencia (siempre la jodida audiencia), tanto a la Primero como a La Sexta. Hay, sin duda, muchisímos mejores intérpretes para levar a cabo esta gratificante labor. La reciente ganadora del programa de CUATRO, Factor X, María o el grupo La Quinta Estación son buen ejemplo de ello. Esperemos que, a pesar de que se me pueda tachar de antipatriota, se imponga, por una vez, el sentido común y Chiquilicuatre no gane porque sino... ¡¡QUE DIOS NOS COJA CONFESADOS!!.
